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by, Vivianne Loría
LAPIZ, International Art Magazine
December 2002
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Ana Pimentel
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Las Obras de la Artista Portuguesa Portuguesa desprenden un aire infantil. El uso preferente de formatos cuadrados - de pequeño a mediano tamaño -, los colores brillantes y los elementos como círculos, líneas y letras caracterizan su estética poblada de rítmos cromáticos y geométricos hábilmente compuestos.
Motivos como estrellas lunas y flores aparecen camuflados, o bien fungiendo como eje de la conposición.
Pimentel recurre al collage para introducir referencias cuyo posible simbolismo puede quedar vedado, cmo sucede con el protagonismo de los discos compactos, o como se observa en la obra Olhos nos Olhos, desde la que unos ojos femeninos - un recorte de una revista - nos escrutan.
Pero el peso del caráter abstracto, formalista, de la obra persiste en la mayoría de sus propuestas. En todo o caso, Pimentel nos lleva a intuir objetos, pues los inventa a partir de un sencillo patrón de referencia, tal como revelan las bombillas que nos hace evocar en Dá-me Luz, la mesa de Segredos, ou la máquina de escribir que creemos ver en la Entrada Privada.

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Jugando con conexiones de significado más bien provenientes de su universo íntimo, Pimentel consigue somar al infantilismo de la forma un cierto viso de arte " femenino " afortunadamente controlado, a veces francamente sutil, como en la delicada composición de Look at me, en el que un pequeño espejo es acosado por churretes filiformes.
También las frases o palabras que incluye Pimentel en algunas de sus piezas nos remiten a ese componente femenino, sentimental " Secrests" cos " I am Strong enough", " to live without you...", " I have always imagined you here!... ", " Todos os caminhos vão dara até Ti ", " Lêr o Teu Pensamento "," All that glitter is not Gold " Per un dolce Secreto ", etc -, componente que se ve complementado con la insistente presencia de letras y números grandes de perfil redondeado, de aspecto infantil, dispersos o concentrados como formando mensages en clave, o semejando textos súbitamente descompuestos.

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El equilibrio del color resulta crucial, determinado por la produminancia del verde, el cian el magenta y el amarillo. Estos colores aparecen en relación con fondos blancos y contrastan con reiterativas líneas negras, que en ocasiones semejan un tendido eléctrico, y en otros momentos componen especie de pentagramas.


La luminosidad de las Obras de Ana Pimentel constituye uno de sus mayores atractivos, la promessa de un encuentro sin conflictos con alguna historia gentil, coquetamente escondida tras las ingenuas hileras de letras, números y círculos, o teatralmente expuesta por la palabra manuscrita - " Écoute, Écoute! J`ai encore une chose à dire "-. En Obras como Duplamente Teu , prima la composición del ritmo, marcado por círculos que semejan péndulos chocando entre sí. El planismo de estas Obras revela una cierta reminiscencia de la estética acomulativa y la perspectiva doble que caracteriza ls imágenes artisticas " primitivas" o naif.
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Es este hejo el que ubica la Obra de Pimentel en un estraño límite entre una inclinacíon al detalle anecdótico y a la construcción de una narrativa a partir de la conexión de cada obra con las demás, y un nivel de abstractión alto, críptico por el cual las piezas resultan de agradable digestión, más allá de las llamadas literarias y de los motivos infantiles. (...)